Pekín, (EFE). – «Estados Unidos se entromete en la soberanía e integridad territorial de China«, sostuvo hoy el portavoz de la Cancillería china Wang Wenbin, en respuesta a la llegada de una delegación de legisladores estadounidenses a Taiwán.
Wang aseguró que el viaje, que se produce doce días después del controvertido paso por Taipéi de la presidenta del Legislativo, Nancy Pelosi, equivale a «hacer caso omiso» de las «protestas y firme oposición» por parte de China ante Estados Unidos.
China, que anunció hoy maniobras militares en torno a Taiwán en respuesta a la visita de los congresistas, pidió al país norteamericano que se adhiera al principio de «una sola China» y que trate «la cuestión de Taiwán» con «precaución».
La comitiva estadounidense, que tiene previsto visitar otras zonas del Indopacífico además de Taiwán, está formada por senadores y congresistas tanto republicanos como demócratas que, en su estancia de dos días, mantendrán reuniones con líderes taiwaneses sobre seguridad regional y comercio.
El portavoz chino acusó a «ciertos políticos estadounidenses» de «confabularse con secesionistas de Taiwán que desafían el principio de ‘una sola China’» y avisó de que estas acciones «no tendrán éxito».
China tomará medidas para «proteger su soberanía e integridad territorial», advirtió Wang.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Defensa de China Wu Qian declaró hoy que el Ejército chino continúa “entrenando tropas para la guerra” con el objetivo de “aplastar cualquier forma de esquema separatista e injerencia extranjera para una independencia de Taiwán».
La visita de Pelosi a Taipéi del 3 de agosto, tildada de «farsa» y «traición deplorable» por Pekín, fue respondida por China con maniobras militares con fuego real en el Estrecho de Taiwán de una intensidad no vista en décadas y que incluyeron el lanzamiento de misiles de largo alcance.
Pekín, además, impuso sanciones a varias importaciones procedentes de la isla.
Reclama la soberanía de la isla y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.
