Adicionalmente, la Fiscalía General de la República tiene una orden de aprehensión pendiente en contra del Marro por los delitos federales de delincuencia organizada y robo de combustibles, señalaron fuentes judiciales.
Preso en el penal de Puentecillas, Guanajuato, el Marro participó de manera virtual en la audiencia judicial, misma que transcurrió de manera privada sin acceso a la prensa a petición del juez.
Poco antes de las tres horas de audiencia, el abogado defensor del Marro y de los otros cinco detenidos, solicitó un receso para conocer más a detalle el expediente de investigación.
El juez de control determinó como legal la detención en flagrancia de las seis personas y los imputó por el secuestro agravado de la empresaria que fue liberada durante su captura y por tentativa de homicidio contra 20 servidores públicos que participaron en el operativo de su detención.
“El juez de control le dio el uso de la voz a cada uno de los imputados, a efecto de que se manifestaran en torno a lo señalado en materia de imputación, quienes comentaron que no era su deseo en ese momento de hacer uso de ese derecho”, refirió el Poder Judicial de Guanajuato a través de un comunicado.
La audiencia para resolver si son vinculados a proceso o liberados comenzará el domingo 9 de agosto a las 9 de la mañana y de ser hallado culpable por ambos delitos, el Marro podría enfrentar una pena de 60 años de cárcel.
El cártel del Marro protagoniza una sanguinaria batalla contra el Cártel Jalisco Nueva Generación por el control territorial de Guanajuato, entidad que desde el 2018 es la más violenta de México.
En el primer semestre del 2020, en el estado fueron asesinadas 2.293 personas, aunque las autoridades locales aseguran que el 91 por ciento de los casos derivan de la guerra del crimen organizado.
“Por supuesto que es el mayor golpe en dos años y un logro importante tras la fallida captura de Ovidio Guzmán (hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán) en octubre del año pasado”, dijo a Efe Pedro Isnardo de la Cruz, especialista en narcotráfico.
El Cártel Santa Rosa de Lima mantiene desde el 2018 una sangrienta guerra con el Cártel Jalisco Nueva Generación por el control del territorio.
Producto de esta disputa, Guanajuato se convirtió en el estado con más asesinatos de México, con 2.293 crímenes en el primer semestre de este año.
