Por Felipe Castro.
Es contra natura, generar cambios institucionales incorporando a mercenarios mercaderes de la política vernácula en las instituciones del Estado cuyo único interés es asaltar la nomina publica.
El gobierno del “Cambio” de Luis Abinader, se deleita con darle responsabilidad gubernamental a individuo de poca fortaleza ética. Es oportuno recordar que Abinader, en transición; antes de asumir el poder nombro a parte de los doce discípulos de Miguel Vargas quien, desde el PRD, aliado al PLD se constituyo en verdugo de lo que es hoy el PRM.
En los hechos, la promesa de cambio de Abinader, se parece mucho al trueque de espejitos por oro que, hacia Cristóbal Colon con los Aborígenes, en el descubrimiento de américa.
Para tratar de imponer la reelección Luis esta aglutinando a su alrededor, el mismo ejercito de bucaneros y filibusteros desahuciados que desde el poder utilizo el PLD, que son los que impulsarán el “Cambio” que con tanta vehemencia promueve.
La verdad absoluta del gobierno de Luis Abinader, es una ilusión que se hará realidad con el legado de los revolucionarios progresistas caza presupuesto: Neney Cabrera, Radhame González, Tavito Suvervi, Julio Marinez, Rogelio Genao, Carlos Valentin Bautista alcalde convicto de jaquimeye, el Staff de miguelistas incorporado al gobierno, mas todos los síndicos tránsfugas que han juramentado en los últimos días en el PRM.
sin duda que el discurso de cambio de Luis Abinader, es una verdad hecha realidad, ya que ciertamente ha provocado un cambio en el modo de gobernar, que es el gobierno de los fideicomisos, el cual impacta positivamente en el sector empresarial habita natural del presidente Abinader.
Se le atribuye a Albert Einstein los términos: si buscas algo distinto no hagas siempre lo mismo; La locura esta en pretender obtener resultados diferentes haciendo siempre lo mismo.
En las elecciones pasada el electorado le compro a Luis, la propuesta de cambio, porque se canso de la forma de gobernar del PLD, en promover el transfuguismo, la manipulación mediática, la dilapidación del erario publico y la gobernanza con desidia y prepotencia. Lo mismo sucede en la presente administración.
Para el presidente Abinader el cambio que necesitaba la sociedad se circunscribía en el nombramiento de Mirian German Brito como procuradora General de la Republica y la confirmación de Jenny Berenice Reynoso y Wilson Camacho en el ministerio publico, para el combate y lucha contra la corrupción y la impunidad, lo que es un contra sentido, ya que la justicia es un sistema compuesto por órganos que en la actualidad es cancerígeno ya que es sostén de la impunidad del PLD, y Jenny, Mirian y Camacho son tres células sanas de ese tumor maligno, compuesto de jueces y fiscales peledeistas que Abinader se ha resistido a extirpar, tanto del ministerio publico como del gobierno del cual el es el jefe.
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