Luego de seis días de intensa búsqueda la Policía del Condado de Ventura (California, EE.UU.) confirmó que el cuerpo hallado ayer lunes es de la actriz Naya Rivera, quien murió ahogada mientras daba un paseo junto a su hijo en el lago Piru.
El pequeño Josey Hollis Dorsey, de cuatro años de edad, contó a los investigadores que ambos nadaron y que ella logró subirlo al bote que rentaron. Pero Naya no tuvo suficiente energía para subir y se fue hundiendo hasta desaparecer en el agua.
“Sabemos tras hablar con su hijo que él y Naya nadaron juntos en algún momento de su paseo y es durante ese tiempo que su hijo describe haber sido ayudado a subir al bote por Naya (…) Les dijo a los investigadores que volteó hacia atrás y la vio desaparecer en el agua”, describió el sheriff Ayub.
“Nos dijo que miró hacia atrás y la vio a ella desapareciendo abajo de la superficie del agua”, concluyó el relato.
Fue así como tres horas después de que rentaron la embarcación, las autoridades encontraron al pequeño Josey Hollis durmiendo solo y con el chaleco salvavidas puesto.
Los investigadores han descartado que Naya fue asesinada o que se suicidara. El cadáver de la actriz ahora se encuentra en la oficina del Médico Forense de Ventura, donde le realizarán una autopsia.
Poco antes de desaparecer, la intérprete de 33 años había publicado una foto junto a su hijo en Instagram. En ella simplemente escribió: “Solo los dos”.
En tanto, días antes había compartido un sentido mensaje agradeciendo estar viva. “No importa el año, la circunstancia o las luchas cotidianas, estar vivo es una bendición. Aprovechen al máximo hoy y todos los días que le den. El mañana no está prometido”, aseguró.