Moscú, (EFE).- El Gobierno ruso denunció hoy el incremento de las actividades de espionaje por parte de los países occidentales tras la detención de un antiguo empleado de la Embajada de EEUU, que ha sido acusado de colaborar con un país extranjero.
«Esta claro que ciertas actividades inaceptables por parte de países hostiles no van en declive, sino en aumento contra nosotros. He ahí un ejemplo de ello», aseguró Serguéi Riabkov, viceministro de Exteriores ruso, según informa la agencia TASS.
El exempleado, Robert Shonov, fue detenido por las fuerzas de seguridad rusas en la ciudad de Vladivostok, capital de la región de Primorie, bañada por el océano Pacífico.
Tras un interrogatorio, las autoridades rusas incoaron un caso penal por colaboración «de manera confidencial» con un país extranjero o una organización internacional, en virtud del artículo 275.1 del código penal.
Shonov, que ha sido trasladado a la tristemente famosa prisión preventiva de Lefórtovo en Moscú, podría ser condenado a ocho años de cárcel.
El tribunal Lefórtovo celebrará el 18 de mayo una visto para determinar la medida cautelar que la Justicia rusa dictaminará contra el detenido.
A principios de mes la embajadora de Estados Unidos en Rusia, Lynne Tracy, visitó en prisión a Paul Whelan, antiguo infante de marina condenado en este país a 16 años de cárcel por espionaje.
Recientemente, Tracy vio denegada su petición para visitar en prisión preventiva al periodista de «The Wall Street Journal» Evan Gershkovich, arrestado también de espionaje.
